Pérez: «El proceso de recuperación ha sido precioso»

19 de febrero de 2023. 11:30 de la mañana. Valdebebas. Real Madrid C – Las Rozas. Partido correspondiente a la jornada 21 del Grupo VII de la Tercera Federación de la temporada 2022-2023. «Un balón a la espalda, lo controlé para cambiar de dirección y empezar a atacar cuando uno jugador del equipo rival  me agarró y me giró». Así recuerda nuestro capitán, Carlos Pérez, cómo sufrió su lesión. Fueron días de muchas pruebas, de mucha incertidumbre, diferentes diagnósticos,…pero al final se confirmó el peor de todos: ligamento cruzado anterior y menisco de su rodilla izquierda. Es decir, llevando un proceso de recuperación cauto y prudente, un año sin poder volver a jugar al fútbol. Doce meses sin hacer una de las cosas que más le gusta a un futbolista.

A partir de de ese día, y tras pasar por el quirófano, tocó resetear, poner la cabeza en orden, mentalidad de superación y de esfuerzo, tener paciencia con todo el proceso de recuperación y no perder esa sonrisa que tanto le caracteriza a nuestro capitán. Iba a ser un proceso largo y, sobre todo, duro. Si quería volver a ponerse las botas, no podía bajar los brazos aunque viniesen momentos de querer hacerlo.

«En ningún momento dejé de sentir futbolista como tal. Aunque estuviese lesionado o en una camilla, sabías que ese momento iba a llegar. El estar con tus compañeros ya te hace sentirte futbolista. Sí que es verdad, que cuando pisas el césped en un partido es otra cosa completamente diferente. Piensas, ya está, estoy aquí otra vez. Aunque hayan pasado doce meses, es como si hubiera pasado una semana.».

Es difícil encontrar a deportistas que cuando sufren este tipo de lesiones (ya no solo por la gravedad, sino también por el periodo de tiempo tan largo que tienen que estar fuera de la práctica del deporte), lleven todo su proceso de recuperación de manera tan optimista y tan alegre. Pues nuestro Pérez es uno de ellos.

«El proceso de recuperación ha sido precioso. Las primeras semanas fueron un poco incómodas, nunca había llevado muletas y era raro. Me sentía un poco incómodo al tener que hacer a la gente esperar o que me llevasen las cosas. Luego te acostumbras. Eso sí, cuando di los primeros pasos sin muletas, sentí la misma sensación que cuando pisé el campo pasado domingo: una felicidad enorme. Después comencé con mi readaptador Adrián Lanzas, una persona que ha estado llevándome toda la recuperación. Si ahora mismo tengo estas sensaciones y me siento tan bien, es gracias a él. En parte estoy ‘agradecido’ de la lesión por ponerme a Adri en mi camino. Es una persona que ahora mismo es muy importante en mi vida y se ha convertido en una de mis personas cercanas. Después de hacer toda la parte de readaptación, llegó la hora de pisar el campo. Ahí tengo que agradecer a Fran Ruiz, preparador físico de nuestro equipo, todo el tiempo que me ha dedicado. Realizamos muchos entrenamientos individuales a los que llamamos tecnificaciones por los cuales cogí buenísimas sensaciones. También estuvo en contacto con Adri todo el tiempo y se ponían al día. Eso fue fundamental en mi recuperación, la comunicación entre ellos para ir paso a paso. Pasaban los días, las semanas, los meses y poco a poco fui entrando con el grupo hasta que, por fin, realicé el primer entreno completo en diciembre. A partir de este momento, todo ha ido genial, todo el cuerpo técnico me ha ayudado en lo que he necesitado y nunca me han metido ningún tipo de prisa, algo que es muy importante para volver al 100% en todos los sentidos.».

Durante los 12 meses que ha estado Carlos Pérez superando esta grave lesión, nunca ha estado solo. Siempre bien acompañado y bien rodeado de toda su gente e, incluso, de gente que ha ido conociendo durante todo el proceso.

«Tengo mucha suerte de tener el círculo que tengo. Es sin duda lo que más me ha ayudado a llevar tan bien esta lesión y a aprender mucho de ella. Las personas que más me han ayudado, sin duda, han sido mi novia María, que ha estado en todo momento. Vino desde Italia sólo para estar presente el día de la operación y luego volverse para allá. Ha estado junto a mí durante todo el proceso, días buenos y días malos. Si ahora mismo estoy así de feliz y he aprendido tanto en este proceso, es en gran parte a ella.
Después mi familia, han sido los que me han tenido que soportar en casa con las muletas, paseando de madrugada cuando no me podía dormir. Son los que han estado detrás de cada movimiento, ir a rehabilitación, operación, resonancia,…Son los que me decían que hiciese todo lo que estuviese en mis manos para recuperarme bien de la lesión, que si tenía que hacer piscina fuese, que si tenía que estar con Adri muchas sesiones fuese. Estoy muy agradecido de tener unos padres que me apoyan y me ayudan tanto, pero no solo en la lesión, sino en toda mi vida. Mi hermana y su novio Martín han sido también una parte fundamental, me han visitado mucho y me han dado mucha energía para seguir.
Adri Lanzas, como ya he dicho antes, ha sido súper importante. No solo en lo físico sino también en lo psicológico. Y ha estado encima y sigue estando encima de mí ahora mismo. Es una persona que ahora mismo puedo considerar amigo y estoy súper agradecido de ello.
Por último, mis amigos. Han estado preguntándome por la lesión en todo momento, me han sacado muchísimas sonrisas y me han ayudado en todo momento.»

Lo fácil, durante el proceso tan largo de recuperación, es bajar los brazos, tirar la toalla, darse por vencido,…en el caso de Pérez no. «En ningún momento tuve ganas de tirar la toalla, al contrario. Tenía ganas de seguir entrenando para recuperarme y volver lo mejor posible. Si tenía que hacer dobles sesiones las hacía con muchas ganas; si tenía que apuntarme en Italia a un gimnasio para seguir entrenando lo hacía. Las gomas de entrenamiento fueron aliadas en cada viaje que hacía. Mis ganas de trabajar y de mejorar no cesaban. Sobre todo, por toda la gente que tenía detrás animándome y dándome cariño.»

11 de febrero de 2024. 11:30 de la mañana. Estadio Las Veredillas. AD Torrejón – Las Rozas. Partido correspondiente a la jornada 20 del Grupo VII de la Tercera Federación de la temporada 2023-2024. Nuestro capitán entra en una convocatoria doce meses después. En la segunda parte, junto con algunos de los compañeros, está calentando por si el míster le llama para saltar al campo. Ese momento, por fin llega.

«Lo primero que pensé fue lo que había echado de menos el pisar un campo de fútbol en un partido oficial. Ese gusanillo que se tiene en la tripa siempre que hay un partido. Imagínate el acumulado durante doce meses. También sentí mucha motivación por ayudar al EQUIPO en la situación que estaba: perdiendo 1-0. Cuando el míster me llama para contar conmigo, me entra un subidón en el cuerpo que lo que más quiero es llegar volando al banquillo para quitarme la sudadera y entrar al campo.»

11 de febrero de 2024. 13:10 de la mañana. Carlos Pérez se prepara para saltar al campo un año después. Minuto 82 de partido y sale sustituyendo a Barroso. Por la cabeza muchos recuerdos, muchos sentimientos, muchos momentos sufridos. «La primera sensación al entrar al campo fue de una alegría inmensa, se te pasan en un segundo estos doce meses en los que has entrenado y luchado para que este momento llegase. No voy a mentir, se hace raro después de tanto tiempo, pero luego recuerdas porqué estás enamorado de este deporte. Volví a sentir esa sensación de jugar al fútbol.»

El resultado no acompañó, pero Pérez volvió a sentirse futbolista. Nunca dejó de serlo pero no estar en el día a día en dinámica de EQUIPO te hace vivirlo de una manera distinta. Ahora esa sensación ya la tiene: durante las ultimas semanas, ha entrenado con el grupo como uno más, ha entrado en una convocatoria y ha vuelto a jugar un partido de fútbol. Con su EQUIPO, con los que considera no solo compañeros sino también amigos. Y con su familia en la grada presenciando ese momento. A partir de ahora, «mi objetivo es claro: disfrutar del fútbol otra vez, estar con mi EQUIPO hasta el final y ayudar lo máximo que pueda dentro de mi ‘parcelita’. Tenemos un EQUIPO con muchísimo potencial que vamos a sacar, estoy seguro de ello. Este final de temporada va a ser precioso porque vamos a acabar ahí arriba, donde nos merecemos y donde queremos.»

Carlos Pérez, todo un ejemplo de superación, de amor propio, de constancia, de humildad, de esfuerzo, de sacrificio y de alegría, que nunca bajó los brazos por seguir cumpliendo un sueño, a pesar de las dificultades que ha tenido que superar para seguir disfrutando de lo que más le gusta: el fútbol.